sábado, 23 de noviembre de 2013

Lista ideal

Hago listas de la compra. Listas de cosas que tengo que hacer, que a la vez contienen otras listas. La lista de los Reyes Magos, la lista de los Deseos...¿por qué no hacer una lista de lo que me gustaría que fueran las prioridades de cualquier persona que intervenga en el funcionamiento de las cosas en mi nombre? O cualquier máquina...

- Apostar por las nuevas tecnologías sin miedo a que los descubrimientos cambien el mundo, a pesar de que, debido al avance, las viejas máquinas, ideas o estructuras pierdan sentido. En todo caso, prevenir con antelación esos posibles choques generacionales y canalizarlos hacia algo productivo y positivo para el global social.
- Apostar por la mecanización y robotización en sustitución de la mano de obra humana y tener valentía e imaginación para reestructurar un sistema  en el que los seres humanos tendrían nuevas perspectivas, nuevas funciones y nuevos desafíos. Adaptarse.
- Apostar por las Artes y las Ciencias, así como el Pensamiento, como estudio continuo y vital. Sin límite de edad ni de ningún otro tipo. Respetar y considerar a aquellos que sobresalen en talento y/o dedicación. Cuidar la técnica, la tecnología, y también la teoría, así como la expresión artística.
- Acceso a la información total generada por el conjunto humano. Acceso libre al conocimiento.
- Herramientas educativas que fomenten la experimentación, el aprendizaje y la curiosidad. Facilidades para maximizar el potencial de los humanos jóvenes, de manera que el día de mañana aporten mejorías a la especie.
-  Interés fundamental en mantener limpio y sano el medio ambiente. Investigación y desarrollo de nuevas energías, de nuevos materiales. Respeto y cuidado de la fauna, la flora, la atmósfera, el entorno.
-  Libertad de expresión e igualdad de condiciones.
-  Gestión inteligente, previsora y con la sana intención de mantener bien cuidada a la especie y a su entorno.
- Acceso a la Sanidad para todo ser humano. Interés primordial en la salud. Desarrollo de nuevas tecnologías de curación y mantenimiento del cuerpo.
- Arquitectura inteligente y asequible. 
- Interés profundo en generar nuevas formas que garanticen vivienda, alimentos y condiciones de vida.
- Conocer y explorar nuestro entorno lejano (el espacio) que promete un conocimiento más profundo de nuestra existencia, el descubrimiento de materiales y diseños, y la posibilidad de encontrar la manera de expandirnos.

jueves, 3 de octubre de 2013

Una mica de tot

Un día húmedo. Calor sofocante. Asomos de frío. Un poco de lluvia. Y ahora, viento. Una mica de tot, escoltim.
Estoy leyendo El Fin de la Infancia, de Arthur C. Clarke, regalo de cumpleaños de un misterioso amigo que cada año me alimenta con libros maravillosos. Qué suerte la mía, ¿eh? 
Recomiendo la lectura de esta obra de ciencia-ficción que, aunque no he terminado, ya sé que me va a regocijar en lo más profundo de mi ser. Si la leen, enseguida entenderán por qué. Tiene mucho que ver con algunas cosas que están sucediendo por estos lares.
Me refiero, como no, a este enfrentamiento real pero de raíces bien falsas, que tiene lugar entre nacionalistas, no-nacionalistas, comunistas, anarquistas, juancarlistas, monárquicos, ateos, y, en general, personas. Insultos, improperios y quejas vuelan entre barricadas de plasma. Y las frases chisposas se suceden en los muros virtuales. Esta representación tan inocente, pues a nadie daña la múltiple manifestación de opiniones, luego toma cuerpo definido en las decisiones colectivas, en las corrientes, las modas, que influyen sobre el devenir. 
Observo que todos estamos convencidísimos de tener la razón. Algunos, probablemente, la tengan. Otros me inclino a pensar que definitivamente no. 
A mí, la verdad, a estas alturas de mi viaje por La Red, la mayoría de opiniones me parecen muy poco interesantes. Y algunas hasta ofensivas. Me gustan muchísimo más las ideas y los pensamientos que los eslóganes de cada cual. Hasta las muy razonables quejas sobre el estado de las cosas empiezan a aburrirme. Es hora de encontrar soluciones. 
Esa gente que negocia por mí, o eso dicen, esos que tienen altos cargos y que se supone que están ahí para gestionar con creatividad, humildad, inteligencia y dedicación los bienes comunes y lo que sea que sostiene este tinglado, no parecen tener muchas de esas cualidades. Y de verdad creo que la masa humana podría influir mucho más de lo que pensamos, con lo que pensamos. Olvídense de castas, razas, clases, el Ser Humano lo que hace es Producir y Consumir. Y todo el mundo puede hacer las dos cosas. Salvo casos extremos que no deberían darse.
Para que eso pueda continuar, y no queda más remedio porque sospecho que SOMOS ASÍ, la cosa tiene que fluir con mucha más soltura. Cabe todo. Todo menos aquello que impida dejarnos hacer lo que sabemos hacer.
Así que rece a quien quiera y donde quiera, sienta si eso es lo que quiere hacer, esté de acuerdo con quién le dé la gana, y cuelgue tooodas las banderitas que le hagan falta. Vote, si cree que así mueve ficha. Hable y diga lo que le dé la gana, cuando y como le apetezca. Faltaría más. Pero, por favor, por respeto y sobre todo por pura practicidad, procure que su religión, sus emociones, sus opiniones, su ubicación y su ideología, no escupan sobre los bienes más preciados de nuestra especie. Más que nada porque si está leyendo esto usted también es humano e imagino que, como todos, desea seguir viviendo lo mejor posible. Y ya, como petición personal, por favor, tenga un respeto por el bien más preciado de los de mi calaña: la libertad. Que también la quiero para usted.
Sigo en mis trece: la gracia es ponerse de acuerdo.
Lo de ser de bandos, y llevar uniformes con insignias, es muy del siglo pasado.
¿Sería mucho pedir que en la primera década del joven siglo avanzáramos un poco y alcanzáramos, quizás, un poco más de civilización?


domingo, 22 de septiembre de 2013

Tres Deseos

Las cuestiones de sentimiento, es decir, emociones irracionales, fe y creencias varias, totalmente respetables, deberían estar del todo desvinculadas de la Gestión de una zona. Nos queda aún por superar el apego al terreno y al código que usa para relacionarse económicamente con otros terrenos. Se pierde mucho tiempo y mucho empuje en volcar las emociones en los colores y en las características locales, pero parece el camino más fácil para guiar a las masas. Un rebaño de ovejas ciegas pastoreadas por un tuerto.
1-Deseo que empecemos a hablar como adultos.

De la Educación y de la Sanidad no son solamente los puestos de trabajo lo importante, también lo es la calidad de sus prestaciones. Una cosa no quita la otra, por supuesto. Pero a veces parece que esa una sea mucho más popular que la otra. Se necesitan personas en la Administración Pública, desde luego, pero también se necesitan muchas otras cosas. Un nuevo plan, por ejemplo. Sin dinero nada puede hacerse en esta vida. Sin imaginación y una radical apuesta por la innovación, sin interés profundo en el futuro de las nuevas generaciones, tampoco puede hacerse mucho. Trabajadores bien pagados y felices,  y edificios impecables con calefacción y todos los recursos disponibles al alcance, son piezas imprescindibles para el desarrollo de cualquier área. En el caso de la Sanidad, es obvio. En los centros de enseñanza y acceso al conocimiento, se necesita una apuesta firme y decidida por una evolución que vaya a la par con la progresión de los avances tecnológicos. Están enseñando a grabar en piedra a niños que ya saben como programar un móvil. Están enseñando un capítulo de la historia a niños que pueden buscar los datos de toda una era en el Google. Y eso simplemente significa un retraso en el avance de la sociedad.
2-Deseo que nos eduquen para que podamos hablar como adultos.


Las religiones y las mitologías forman parte de nosotros, lógicos y místicos como Vulcanos, desgraciadamente muy Klingons y, peor aún, Ferengis, en la mayoría de los casos. La religión debería ser una opción del individuo y no una moda de masas, y desde luego no una que proyecte su sombra sobre la Gestión Pública. Lo común es lo básico, los adornos allá cada cual.
3- Deseo que los adultos conserven su alma de niño.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Patria, sexo y dinero

Hoy despierto profundamente apenada por la especie humana.
Con ganas de tirarme con ella por el WC.
Ciegos. Estúpidos. Zombis. 
Se agrupan en manadas para sobrevivir.
Se niegan a superar su condición animal.
Se sienten seguros bajo paraguas roídos.
Caminan en grupo con una antorcha y creen que llevan el sol.
Y yo siento terror, y rabia, y desconcierto.

Tú debes respetarlos pero ellos...¿te respetan?
¿Puedo respetar a un adulto que cree a pies juntillas que Papa Noel existe de veras?
¿Puedo respetar a quien adopta una identidad sin contenido?
¿Puedo respetar a los que pretenden guiar mi futuro a ciegas?
¿Puedo respetar a los que Gestionan nuestras vidas con tal desorden?
Se me hace difícil, realmente.
Como mucho puedo usar la compasión para tolerarlo.
Poco más.
Y desde luego es insoportable saberse en manos de inconscientes avariciosos.
Y doloroso estar rodeada de gente que odia sin saber por qué.

En alguna parte del mundo hoy están asesinando en nombre del dinero sucio.
Alguna parte del mundo se está hundiendo, literalmente.
Cientos de seres humanos están siendo tratado como basura.
En alguna parte del mundo hoy están haciendo negocio a nuestra costa.
Pero la cultura nos separa. 
La cultura, ese disfraz, ese condimento.
Esa falacia que nos atrapa en costumbres.
Obsesionados por retenerlas.

Pero Barcelona despierta contenta y orgullosa porque tiene identidad.

Porque ayer se sintieron uno solo y dejaron por momentos el peso de su propia existencia en manos de un ente común.

Un ente imaginario.

Un algo que solamente se disculpa, otra vez, por motivos económicos.

Por el dinero se roba, se mata, se distorsiona.

Recuerdo historias de hermanos que se odiaban por el distinto color de sus banderas.

De personas asesinadas y torturadas en nombre de una bandera.

Para acabar siendo gobernados, los supervivientes, de nuevo por la misma idea.

Sospecho que detrás de esos pañuelitos coloristas que tanta pasión despiertan no hay más que miedo e interés.

El miedo nos engaña. El interés nos convierte en depredadores.

Humanos que no saben lo que son.

Que no quieren saberlo.

Niños inocentes y libres a los que disfrazan con sus colores, enseñándoles a usar su pensamiento a la medida de un tubo prefabricado. Modelando sus tiernas mentes con la patosidad de uno. Con la papilla, van las órdenes. Nunca pienses por ti mismo. Por todos los Dioses, ¿no sentís, de verdad, vergüenza ninguna?

Mentes que han sido manipuladas hasta la náusea.

Que quieren imponerme su bandera.

Con respeto.

Hasta que yo pueda dar mi opinión soy libre.

Pero luego salgo a la calle y todo el mundo intenta imponerme su producto, mediocre y vacío.

Compre esto, piense aquello, ondee esta bandera. Vóteme. Cómpreme. Obedezca. Y sobretodo folle mucho, folle, folle todo lo que pueda.

Todos los mensajes se venden. Es la Era de las Camisetas.

Sea uno más. Sea uno más. Dicen todas en el fondo.

Manadas en orgías colectivas.

Robar e irse corriendo con el botín, mientras la Manada se contrae y se dilata.

Malos tiempos para el pensamiento crítico.

Un día me señalarán.

Tú no eres de los nuestros.

Hordas.

Fuego y odio.

Fanatismo.

Quiero irme, esconderme, salir corriendo. 

Con la sensación de que me están echando.

Vete si no quieres usar mi bandera.

Vete si no quieres pensar como yo.

Si no usas mi bandera y no piensas como yo, es que NO ERES DE AQUÍ.

Aquí es esto. No es una realidad compartida dibujada por las distintas percepciones individuales. Si no que AQUÍ es ESTO. Lo que yo veo. Oye, esto no es un trozo del planeta. Esto es MI tierra y en MI tierra se hace lo que yo digo. 

Pero te estoy respetando.

Hay muchas maneras sutiles de echar a una persona de donde naturalmente estaba.

A veces no hace falta echarla a patadas.

A veces sólo basta con oprimirla.

Me siento oprimida entre vuestras celdas.

Me siento oprimida y decepcionada.

Porque pierdo la esperanza y eso me hace sentirme encerrada.

Hoy no quiero salvar a la especie. Quiero que se hunda con los árboles que le permiten tener energía en sus casitas. Quiero que el ser humano cabe su propia tumba. Quiero que desaparezcamos del paisaje del Universo. Que sobrevivan las piedras, que son más inteligentes y no se reproducen.

Esta Tierra que agoniza y que nos sostiene, de la que pretendemos tener parcelas y ponerle nombre. Esa Tierra que no es más que un grano en el culo de un Universo que también está condenado a la Nada. Esa Tierra que revindicamos como nuestra y que va desapareciendo bajo nuestros pies. Nosotros aceleramos su destrucción. Y junto con nuestra bandera nos hundiremos. Orgullosos y ciegos.

Sois todos basura humana, carne de lata, esclavos anónimos que os creéis alguien porque tenéis DNI y perfil de Facebook .

Somos todos basura.

Somos todos nadies.

Masa que sirve a otros fines.

Cerebros inutilizados, programados desde algún laboratorio de consumo.

Brazos y piernas que se mueven al mismo ritmo. Bocas que hablan por otros labios, creyendo suya propia la palabra.

Mañana se me pasará porque alguien me enseñará su bondad de alguna forma, y yo volveré enseguida a amarnos. Volveré a pensar que todo humano lleva dentro la semilla de una sabiduría generosa, inocente. Que todos llevamos dentro una bombilla que a veces se enciende.

Hoy está todo a oscuras. Y mi pena es muy grande.

No sé por qué me afecta tanto y pido disculpas por ello.

Tal vez es que en el fondo pienso que el Ser Humano es tan valioso que vale la pena conservarlo. Somos únicos. Por lo que sabemos. Que es muy poco y si seguimos así, volverá a ser menos.

Somos Diamantes en bruto, rocas sin tallar. Artesanos de nuestra propia vida. Despreciamos nuestra condición y nuestras herramientas.

Y por eso condenaremos a toda la especie a desaparecer en manos de nuestra propia estupidez.

Pero si la mayoría quiere extinguirnos, tendremos que respetar a la mayoría.

¿No es así?










martes, 20 de agosto de 2013

Abundáncia

Vivir una gran vida. Que no falte de nada. Buena comida, sana, variada y sabrosa. Una vivienda fresca en verano y calentita en invierno, donde quepa lo necesario y todas esos bibelots, que sea maja y duradera y en la que quepan niños sin estar hacinados. Una salud fuerte o medios al alcance que permitan mantenerla. Un trabajo agradable en el que apetezca estar. Hasta ahí, creo, estamos todos de acuerdo en que molaría tener todas estas cosas solucionadas. Comida, vivienda y sanidad.

Si miro la circunstancia terrícola bajo ese punto de vista, veo que hay una parte considerable de la población humana a la que le faltan las tres cosas: comen, si comen, arroz o potajes inventados por el hambe, viven en cabañas, si es que las tienen, y sobre todo tienen una salud de mierda, tienen plagas.

También veo a una escasísima parte de la humanidad que todavía vive, aunque parecen bastante felices en los documentales, en plan tribal. Ignoro si a estas pintorescas tribus les falta comida o se conforman con su dieta de frutos del bosque, sus hogares manufacturados con materiales de los alrededores  y los remedios que les da la Naturaleza. Si lo son, seguramente habrá mucho que aprender de ellos. Y sobre todo, respetarlos. Luego veo a otra parte de la población pasándolas putas después de guerras, crisis económicas, vaivenes políticos, corruptelas varias, abusos de poder, explotación ajena, gobiernos fanáticos, o ladrones, o todo a la vez y en fin sistemas arcaicos que derivan la organización de su sociedad a personas que no piensan en el bien general. Esa parte de la población tiene suerte si disfruta de una de las tres cosas en las que hemos estado de acuerdo en que son básicas para vivir una buena vida: comen más o menos bien aunque el menú es reducido, viven en una casa destartalada que se cae a trozos, cuesta llegar a pagar la factura del agua, la luz, etc

MUSIC NON STOP

Voy a explicar un secreto, algo que poca gente conoce, las entrañas de la bestia.
Cómo funciona un grupo de música.
Y es que a veces me da la impresión de que las personas creen, como pasa con la carne del supermercado y los animalitos de granja, que la música ya viene hecha y empaquetada con celofán transparente. Así, caída del cielo. Ready to listen.
Parece como si el proceso de creación, de ejecución y de producción no tuviera importancia alguna, o careciera de la suficiente seriedad. Nada se sabe de aquellos músicos que desde temprana edad dedican su tiempo, su dinero y su energía en aprender, en practicar, en dominar un instrumento. Ya sea de la manera clásica (solfeo y conservatorio o escuela), más roquera y autodidacta o más electrónica e, incluso, ruidista. Nada se sabe de las personas que un su mente pergeñan una estructura musical y luego la transforman en algo audible. Estemos escuchando el último éxito de pop masticable y adaptado a los tiempos, o una glamurosa pieza de jazz, estemos bailando al ritmo frenético de un bombo profundo, o tarareando el estribillo de una copla que cantaba la abuela, estemos llorando sobre una canción de amor que nos trae recuerdos, o pegando saltos en un pogo, detrás de todo eso siempre hay el esfuerzo y dedicación de seres humanos. 
Lo digo porque esto que así leído resulta tan obvio, una verdad de Perogrullo, muchas veces se olvida.
En el caso de los grupos que tocan en directo, los que fabrican sus propios temas, el proceso de imaginar una canción a llevarla a la instrumentación y luego al directo requiere del mismo esfuerzo y tiempo que cualquier otra acción. El trabajo no es solamente aquello que nos da de comer bajo contrato. El trabajo es una dedicación. También requiere inversión económica: el local, los instrumentos y su mantenimiento, y el transporte no se pagan solos. 
El músico de carrera tiene, además de una vocación, un oficio. El músico pop de compañía discográfica y demás parafernalia, lo mismo, además de fama. El músico underground está condenado a hacer de su vocación un hobby. No me digan que eso es porque el músico underground no tiene conocimientos de técnica o su música es peor que la otra. La calidad de su música no es relevante, pues el mundo de los intérpretes musicales oficiales está tan lleno de mediocridad como puede estarlo el resto.Y eso cualquier músico lo sabe. Todos nos admiramos los unos a los otros cuando reconocemos el talento y la pasión. La música es un lenguaje que no tiene fronteras, es el Esperanto de los sentidos y los músicos a base de comunicarse logran una conexión maravillosa con ese ente intangible que es la harmonía. 
Puedo comprender que esa conexión mágica suene a extraterrestre cuando la escucha alguien que no tiene interés, o gracia, para manejarse con un instrumento o la idea abstracta de la composición musical. Pero el resto, el proceso, el trabajo, desaparecen.
Si no es a causa de la falta de calidad, de vocación y de talento, ¿por qué un músico underground está condenado a hacer de su oficio un hobby? Bueno, ¿por qué será?
Tiene elementos para dar a conocer el fruto de su trabajo, ya no necesita discográfica ni promoción, puede moverse a través de La Red y regalar su trabajo. Puede cobrar, si quiere, pero se expone a que la gente no quiera pagar por algo que, en principio, desconoce y que además no lleva el sello comercial que la mente vulgar necesita para tener ganas de escucharlo.Así que es mejor negocio regalar las canciones. Así que el local, la conexión a Internet, la grabación y todo lo que se necesita para autoproducir música lo tiene que sacar de su bolsillo. 
Normalmente los músicos underground tienen otro trabajo, por supuesto. Ahora con la crisis o la estafa o lo que sea que es esta precariedad, la cosa está bastante difícil.
Un grupo, o deeejay, desea mostrar sus composiciones al público. Ejecutar en directo aquello que ha construído para que sea apreciado en su magnitud. No hay una gramola que canta sola. Hay una persona que saca ese sonido de su instrumento o de su máquina.
Para eso el músico underground busca salas y locales, y, a veces, lo buscan a él.
Aquí nos encontramos con la verdadera causa de que un músico underground se vea condenado a hacer de su oficio un hobby. A no ser que claudique y acabe metiéndose en algún tipo de sello independiente que le haga la vida un poco más fácil, llevándose un tanto. 
Los locales se alquilan. Salvo pequeñas y honrosas excepciones de salas que buscan, investigan y consiguen una programación sólida y con estilo propio, las salas se alquilan de 300 a 600 euros las más normalitas. El grupo paga por tocar en un escenario decente con un equipo de sonido razonable. 
Los pocos locales que no piden alquiler, por lo general se conforman con un equipo de sonido terrible que hace de la experiencia de tocar en directo una pesadilla. No me oigo. Nuestra frase favorita.
Y en muy pocas ocasiones, se remunera a la banda. Hay veces que a todas luces eso no es posible, porque no ha asistido suficiente público y hay que pagar la sala, por ejemplo. Otras se toca gratis para una causa.
Y aquí, patapam, nos damos de morros contra ele VERDADERO ENEMIGO del músico underground.
Los solidarios.
Los que quieren que seas solidarios con ellos, me refiero. Pero ellos no lo son contigo.
Que quede bien claro para todo el público, que los músicos tocan gratis por una sola causa: TOCAR
Y si llevan tiempo sin poder, se apuntan a un bombardeo con tal de hacerlo.
No estoy hablado de bandas como Frito y los Fritipaldis, Amargal o Tontillo, o hasta Mismal, que tocan gratis (o, mejor dicho, ceden una parte de sus ganancias) por causas que quedan bien. Estoy hablando de que aquí cualquiera monta un festival de 5 grupos por todo lo alto, lo anuncia, pone una barra y llena la programación de bandas que no cobran ni un duro y encima se llevan sus propios instrumentos. Tocas gratis porque es la ocasión de hacerlo, pero en realidad muchas veces ni sabes de qué va la "causa", puede que ni siquiera exista. Si no que es una costumbre local. No pagar a los músicos.
Y encima van de alternativos.
Y de solidarios.
La causa puede ser cualquiera, como en Tele 5. 
Y si no tocas gratis, eres un rancio.
Sociológicamente, además, podríamos incluso discutir la utilidad práctica de esos conciertos y actividades solidarias.Y en algunos casos hasta su transparencia. No veo que las causas, repartidas, diseminadas, sean todas tan útiles como pretenden, ya que la mayoría son sólo tiritas que de ningún modo reparan el daño mayor.
De hecho, un grupo de música es una causa en sí, una cooperativa, una ONG cuya causa es la supervivencia de la cultura.




lunes, 5 de agosto de 2013

COCTAIL

INGREDIENTES:

-ENERGÍA: Ahora resulta que el Sol es de Iberdrola. Cobra un tanto si usted instala placas solares para aprovechar la energía. Parece que es mucho más rentable que construirlas ellos y venderlas, en un ejercicio mucho más honesto del negocio. Este es el estilo que está de moda. Si puedo ganar pasta fácil, para qué ser justos, cuidar el planeta, evolucionar tecnológicamente...bah, a quién le importa la humanidad. Lo que chana es tener un masseratti y veranear en invierno. Me da igual el resto. Que se jodan, pobres desgraciados. A curraaaar, que es para lo que habéis nacido. O así me lo imagino yo.

- MÚSICA: Un grupo de punk cubano llamados Porno para Ricardo aterrizaron en la Sala Monasterio de Barcelona al grito de "Que se muera Fidel", según la prensa. Simpáticos, buenos músicos y punkers rollo setentas, ironizan sobre el sistema. El suyo, por lo visto, tampoco mola. No sé por qué lo sospechaba, y eso que soy de Gràcia. El concierto fue retransmitido para varias cámaras de video, foto y móvil, mientras el público coreaba detrás. El show ahora está en La Red. En los locales ya no queda ni Cristo (a ver si el cigarro electrónico alegra los bares, sssshhh no lo digan muy alto que lo prohiben). Lo cual hace pensar en la cultura de las apariencias que estamos fomentando. La Red nos une, pero también nos separa. La realidad virtual es mejor que la ficción. La realidad es lo que sigue espantando.

- TELEVISIÓN La exaltación de la apariencia llevada al límite. Decore su casa, decore su tarta, aprenda a sacar provecho de su negocio. Esos hombres esculturales con el cerebro de un mono y la lengua deformada por los esteroides. Esas chicas rechonchas de tetas asfixiantes y mentalidad retrógrada. Mientras se ridiculiza a los intelectuales, la gente culta, que lee, que escribe, incluso que piensa. Salvo dos o tres viejos a punto de morir que sirven como futuros best-sellers, y los gurús de medio pelo que sirven para lo mismo. Intelectuales de usar y tirar, vamos. Ser superficial es incluso mejor que estar delgada. Ahora todo es un pack. De hecho, ahora te prefieren gorda y embutida en lycra encima de enormes taconazos. Lo que importa es que usted esté orgulloso de ser imbécil, críe a niños más imbéciles aún, les anime a follar y a tener hijos lo antes posible. Dinero fácil. Dinero sucio. Un mañana por el que nadie se pregunta.

- RECORTES: Siguen además los recortes en educación, en sanidad y en justicia. Corto por aquí y añado por allá. Siguiendo un criterio de lo más cuestionable. En todas partes, lo mismo. El nombre y la ideología a la que representa no es más que escenografía. Usted, esté donde esté en este planeta tan curioso, es cliente y obrero de una estructura muy grande en manos de inconscientes.

Agite la coctelera.

lunes, 15 de abril de 2013

REPETICIÓN

Me pregunto qué clase de combinación astral habría cuando empecé a escribir este blog. Y qué es lo que ha cambiado. Creo que me he decepcionado, que he perdido la esperanza. Suena fatal, lo sé, hiperdramático. Con lo bonito que fue tener confianza en la Humanidad, en su sentido del conjunto, su responsabilidad, su imaginación y potencial. Casi lo vi, casi lo toqué. Me fue posible, por un momento, visualizar un mañana organizado al servicio del cerebro humano, por su evolución, su desarrollo. Un mañana en el que entendíamos nuestra existencia, en el que aprendíamos a sacarle beneficio, no como frutas estrujadas que dan zumo, si no como árboles que generan esos frutos. No sé si me explico.

Procuro hacerlo lo menos posible, pero hoy he visto el telediario. Por sí solo, eso ya basta para tirarse de los pelos y ponerse en plan negativo, angustiarse por el mundo que vivimos. Es de locos. Los líderes del mundo son personajes que parecen sacados de un cómic. Enfermos mentales. Megalómanos. Prostitutas. Representantes, dicen. ¿Y qué representan? El egoísmo, la avaricia, la mentira, el teatrillo. Una función. La misma noticia con caras nuevas. ¿Cuántos Madrid-Barça se habrán jugado ya?, ¿cuántas niñas se han raptado?, ¿cuántos chiflados han  tenido al mundo en sus manos?, ¿cuantos imbéciles han representado el mismo rol?, ¿cuántas veces se ha vendido la misma moto?, ¿cuántos dictadores han cambiado de disfraz?, ¿cuántas revoluciones sexuales vamos a vivir? Es aburrido. Repetitivo. Absurdo. Lucrativo. Y lo peor: es estúpido. Que la tele te lo venda y utilice la información es una cosa, y otra muy otra es que, interpretaciones a parte, eso esté, de todos modos, sucediendo.

El pensamiento de moda es el pensamiento a la contra, como vemos estupendamente REcreado en la televesión. En realidad no hay debate, si no vueltas y más vueltas a la misma cosa. Lo que se llama marear la perdiz.  Y esto se refleja muy bien en la sociedad. En las convesaciones que tenemos. En las opiniones que manifestamos. En lo que hacemos. Estamos tan acostumbrados a que nos digan qué es lo que tenemos que pensar, que cuando nos toca hacerlo por nosotros mismos sólo se nos ocurre ponernos directamente a la contra y allí encontramos lugar seguro, en el que, nuevamente, el pensamiento es único. La objetividad, la perspectiva, la perdimos por el camino. No me refiero a opiniones sobre temas concretos si no a las grandes corrientes de ideas que flotan en el aire. Siempre hay dos, ¿no se han dado cuenta? Dos direcciones (izquierda o derecha, lo del centro siempre cojea, dicen) Dos bandos. Contrarios, irreconciliables.

Por los tiempos de los tiempos. Once again. Y otra, y otra. Como un disco rayado. Y la casa sin barrer. Y el dinero, siempre para los mismos. Cada vez más tontos, pero con los deditos muy ágiles.

sábado, 13 de abril de 2013

Barcelona, abril, 2013

Barcelona, año 2013.
Por fin sale el sol.
Calienta.
Un frío invierno y un cambio de contador me han costado un ojo de la cara.
Una se pregunta si no tiene derecho a combatir el frío con una estufa de 2a mano comprada en un Cash converter. A decir de la factura de la luz, no entiendo como he pasado meses semicongelada y sin poder separarme del radiador, cosa que no ayuda precisamente a trabajr en casa.
Con el Sol, eso que me ahorro.
Camino por la calle y tropiezo cada vez con más vagabundos, con personas que duermen en cajeros o piden en las esquinas y en las puertas de los supermercados. En el metro, abajo equipos estratégicos se aseguran de que el dinero entra en los bolsillos de la empresa, arriba te persiguen muchachos para encuestas o captaciones. Miles de carteles de "se vende", "se traspasa" y "se alquila" en locales y viviendas. Da miedo.
Si hay personas que analizan los mercados, aparentemente no han encontrado la manera de esquivar ni la crisis, ni el cambio de perspectivas en las actividades empresariales e industriales por la aparición de internet, ni la escabechina económica perpetrada por quienes manejan la pasta. Estamos en bragas.
Mi oficio es sencillo y agradable, se trata de ser amable diariamente con personas que quieren comprarse algo o regalarlo. Soy dependienta. Mi oficio casi ha desaparecido. Las tiendas, cierran, o las gestionan directamente los dueños. Cuando no, las condiciones laborales han caído en picado. Pretenden que se trabaje todo el día, de pie y escuchando música aterradora por 900 euros al mes, que casi en su totalidad se van en alquiler y facturas de agua, luz, gas, internet y comida. No tienes ni para pipas.
No existe Plataforma de Dependientas Sin Trabajo ni nada que se le parezca.
La otra posibilidad es agobiarle a usted por teléfono o increparle por la calle, a ver si le vendo algo y cobro alguna comisión.
Veremos como se desarrolla todo. El paisaje no es alentador. Y ya no se trata de mantener el optimismo, si no de empezar a ser realista.
A este gobierno, ni a ningún otro, le importa un bledo el mercado laboral. Todo es postureo.
Ningún partido está aportando una solución real a este desbarajuste.
Nadie habla de previsión e inversión.
Son un desastre. Se pelean por chorradas. No se escuchan unos a otros. Todos quieren imponer. Todos hablan para sí mismos. 
Mientras tanto la gente, sin esperanzas,  adoran a vírgenes con el bolsillo lleno, y a héroes del siglo pasado. Corren desnudos envueltos en una bandera. Perdidos.
No hay pasta. La tienen otros.
En un hospital privado, un conserje de uniforme con sombrero le abre la puerta del coche y unos botones le llevan la maleta a la habitación. Parece Hollywood.Paga más de 100 euros al mes para pasar un día en Hollywood de vez en cuando.
Es todo muy absurdo.
Dan ganas de aplaudir como Totó (Milagro en Milán) cuando ve salir a los ricos de la ópera, envueltos en esplendor. Algunos tienen pensamientos más violentos.
Creemos que en verano, con la llegada de los turistas, tendremos más oportunidades.
Un lugar hermoso como el nuestro, con un clima maravilloso y la cocina ideal, y tener que estar mendigando a los que bajan del frío. Qué estupidez.
Pero, en fin, ya estamos acostumbrados.



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miércoles, 3 de abril de 2013

Espiral

Siempre me impacientó el cambio de pantalla.
Lo inevitable que queda por vivir.
Los últimos coletazos de los que se aferran a lo que está quedando atrás.
Coletazos inútiles, ruidosos, muy molestos.
Ante la intuición de lo nuevo, corremos a lo conocido, lo que ya está bien visto, lo que parece seguro.
El ser humano ante la novedad siempre da un paso atrás.
Vuelve a lo que ya conoce. 
Es una costumbre un poco fea. No hay nada inmutable, deberíamos probar otra cosa. Por ejemplo, ese paso atrás, quién sabe, tal vez puede aprovecharse para tomar perspectiva y luego, sin dudarlo, impulso.
Pero son los mismos que corren hacia atrás que los que no pueden soportar que en cambio otro, se adelante. Y tiran con todas sus fuerzas, intentando reafirmar una realidad que sus miedos han escogido. Vuelven con sus tópicos. Contagiándose entre ellos. Formando con sus cuerpos dinosaurios enormes que luchan unos contra otros o se reproducen, en un frenético, violento, baile destructivo. Zombis que andan patosos, pero muy a gusto con su personalidad compartida. No sé si me explico.
Es mejor no probar nuevas palabras, caminos nuevos. Es mejor quedarse dando tumbos en el lodo de un suelo que ya ha sido pisado millones de veces, rebautizarlo, revisitarlo, ponérselo encima como un disfraz. Es mejor eso que quedarse desnudo, hacer una pausa, mirar, pensar en lo que ha ido bien y en lo que no, reflexionar y sentarse un instante a preguntarse si aún quedan fórmulas. ¿Es mejor?
Es, simplemente.
Dos amigas que no se conocen me han dicho esta semana que las cosas giran en espiral. Todo es posible.
Buscar soluciones que puedan satisfacer tanto el hambre de los codiciosos como la vanidad de los ombligos. Estén en el lugar que estén de la famosa Pirámide social, o del complicado engranaje de la espiral cósmica.
Una solución que, si bien nunca será de la satisfacción del insatisfecho, bien pueda, por lo menos, asegurar un mínimo consenso. El debate es siempre necesario. Pero no es útil si no llega nunca a conclusiones.
Las masas, afectadas por una gestión nefasta, claman por la honestidad de sus representantes.
Y tienen derecho a hacerlo, y desde luego mucha razón.
Preguntarse por el sentido de la Democracia, el valor del dinero, no sé, cuestionarse si es apetecible ser representados,  si es factible mejorar las cosas de manera práctica, si se está o no en verdad de acuerdo con lo que se proclama, si se actúa en consecuencia, si el problema está en los bancos o en el total de la organización del sistema. 
Mirarse el ombligo, mirar el movimiento del Universo o lograr una visión global de la especie, de su organización y de su futuro. Las tres son posiciones la mar de decentes. Las tres a la vez ya es mucho pedir.




jueves, 28 de marzo de 2013

NeoMester

Hoy ha habido nueva entrega del NeoMester, lean:

Me parece interesantísmo lo que señala mi amigo Ángel en esta entrega: la idea de que nos estamos entrenando para asimilar el uso de tecnologías , que, con inmensas posibilidades, pueden cambiar nuestra realidad, nuestra visión. El shock es tan importante, que hay que hacerlo poco a poco.

Esa es una idea de ciencia-ficción.
Un planteamento serio que se desarrolla a través de la fantasía literaria.
 Una reflexión adornada con palabras futuristas.
Una aventura por la probabilidad.

La ci-fi lo explica todo.
Aún hay mucho que aprender.



jueves, 7 de marzo de 2013

La Apariencia es el nuevo Intelecto

Estoy leyendo la autobiografía de Isaac Asimov.
La vida de un señor inteligente, sincero y generoso, de un gran escritor y divulgador del conocimiento.
Nada menos.
Lo cuento porque me da la sensación de que este tipo de persona no abunda demasiado.
Me pregunto por qué.
¿No es la sabiduría un fin digno de ser perseguido?
Pongo la tele. Paseo un rato por las Redes Sociales. Hojeo un periódico. Analizo las portadas de las revistas. Escucho algunas conversaciones. Me fijo en los ídolos de las masas (de todas ellas) y en la iconografía de moda. Observo un poco alrededor.
Y me doy perfecta cuenta de que no. La sabiduría no es, ni muchísimo menos, un fin que nuestra sociedad considere importante. Todo el mundo reacciona de alguna manera ante una persona inteligente y/o culta, como es natural. Pero no son dones que sean tan respetados, imitados o admirados como la riqueza material, la belleza física o la simple fotogenia.

Vivimos en un mundo de titulares. Hace poco leí uno que decía que el 90% de informaciones en Facebook eran recibidas exclusivamente a través del título. Eso quiere decir que el 10% lee, y la gran mayoría se limita a darse por enterado. No me parece mal. Hay tantísima información que las personas regresan a sus límites conocidos, y reducidos, para sentirse de nuevo seguras y acompañadas. El experimento de las Redes Sociales, que es fascinante desde todos los ángulos, empieza a dar sus primeros resultados perceptibles. La apertura que significaba compartir los propios conocimientos con otras personas de diversa índole (familiares, colegas, amistades, conocidos, desconocidos, afines y contrarios) no está siendo asumida, en mi opinión, por la población humana que usa las Redes Sociales. Y puesto que la educación, la cultura y la condición social y geográfica no ha sido la barrera (los porcentajes nos reflejan a todos) me inclino a pensar que un mundo de titulares es lo que todo el mundo desea. Fotos. Imágenes. Frases. Directas y cortas. Y si puede ser, previamente reflexionadas por otros. Cada vez más amantes de lo reducido, fans de un eslógan, de un icono, de una marca, de un equipo, de un país, de una estética, de un tipo de música y, si hay suerte, de alguna película o novela. 

Como tengo una mente de ciencia-ficción, no puedo evitar imaginarme una aplicación de I Phone mediante la cual un ser humano pueda programar su entorno de acuerdo a una imagen previa que desea imitar para no tener que tomarse el trabajo de construir una identidad propia, de cuestionarse su propia existencia y su influencia en la época que vive. Esta aplicación ofrecería un Kit Completo: cómo debe vestirse, qué debe opinar, a quién debe votar, qué tipo de vida debe llevar, qué tipo de entretenimiento le conviene y mediante una hermosa impresora 3D, Apple le hará llegar todo lo que usted necesita. Y así vivir una vida plácida, sin complicaciones, relajada y feliz hasta el día de su muerte.
Estoy influenciada por Black Mirror.
Con esto quiero decir que pienso que estamos perdiendo a pasos agigantados aquello que más deberíamos cuidar, alimentar y desarrollar, que es nuestro cerebro, único, espectacular. Tantos años de comida de coco mediático han hecho estragos.

Lo que chana ahora es una foto de perfil, que nos defina como amorosos padres...o tal vez glamurosas criaturas de la noche. Un avatar, un disfraz que acaba poseyéndonos.

Tanto gritar que tenemos derecho a opinar, que deseamos que se respete y se valore el bien común, que merecemos la abundancia en lo funtamental...para acabar siguiendo a un personaje mediático, endiosándolo hasta lo nauseabundo y encumbrándolo como el máximo artífice de una realidad aceptada. O al revés, enfáticamente odiando en público a quien representa justo lo contrario.
Los ombligos están hoy cubiertos de telas y telas, de capas de tela impresas con caras, con colores, que representan aquello que quisiéramos ser.

Como monitos que somos, hacemos de la mimética el arte de la vida.
Bueno, pues ya puestos...¿qué hay de la inteligencia?, ¿nadie siente el deseo irrepimible de imitarla?...es posible, sólo posible, que la belleza física, la fotogenia, la apariencia, sean muchísimo más asequibles para la mayoría de nosotros que la capacidad intelectual. La confianza en la inteligencia, el placer de conocer, la curiosidad por lo desconocido, el poderoso empeño implacable, joder, la necesidad de ser uno mismo, de PENSAR por uno mismo, de SABER...no deben ser facultades de uso demasiado común.

Hace tiempo escribí aquí una llamada a los Intelectos, a que surgieran de las profundidades en las que yo los creía escondidos. Empiezo a sospechar que no existen ya. 
Atrapados en la espiral de lo cómodo, caeremos en manada hacia el abismo de la ignorancia. Y esta vez no podremos culpar a nadie.



miércoles, 23 de enero de 2013

Black Mirror

Hoy siento que todo es posible.
El empeño humano es poderoso.
Las ideas disparadas a la velocidad del rayo saltan desde las teclas para cambiar el mundo.
Todo es posible. Vuelve Black Mirror.