viernes, 20 de julio de 2012

KBN

Irresponsables con las manos manchadas de sangre y los bolsillos llenos de dinero.  Me siento sola. Mis vecinos sacan sus banderas al balcón. Yo no tengo ninguna. Me pregunto si serían capaces de pegarme por negarme a llevar la suya. ¿Por qué hemos hecho de la gestión de los asuntos comunes una cuestión de identidad? Las ideologías fueron bastión, hoy son tropiezo. Mires a donde mires, hay miedo. Y mientras tanto ruedan cabezas que no son las suyas.

Las Fuerzas de Seguridad protestan por sus pagas extras, quieren seguir cobrando por pegar, maltratar, hacer realidad las pesadillas de la gente. Si tuvieran los cojones de los que presumen usarían sus armaduras para proteger a los suyos. Pero no son más que perros con collar, atados, amaestrados, tienen la misma vergüenza que sus amos. Y también hay perras, esas mujeres uniformadas con el corazón ausente, esos hombres que ya no son humanos si no esclavos. Si aún les queda dignidad, o si la tuvieron algun día, llorarán al llegar a casa. Y si tienen coraje, no le llamarán a lo suyo un trabajo si no una psicopatía.

Batman, no llega, pero sí los villanos. Un hombre que mata. Un héroe que falta.

He esperado, con paciencia, palabras sabias que llegaran de las faldas del Olimpo. Pero nadie tiene la fuerza suficiente, o la valentía. En el País de Sálvese quien Pueda, el dinero es la causa y la solución. Quiero tirar los pocos billetes que me quedan a la hoguera. Me dan asco. 

Asimov, Sagan, Tesla, os rezo. En mi oración pido que gane la bondad. Que gane la inteligencia. Que gane la justicia. Que gane la lógica. Que gane el amor. Que gane la ciencia, y el arte, y las ideas nuevas, frescas, renovadoras. Que el río se lleve el ombliguismo amplificado, las falsas hermandades, el olor nauseabundo del asesino y del traidor. Del hombre anticuado, del ser de otra era, de quienes no ven más allá de sus propias narices.
Quemen las calles, derrumben monumentos, ¿y qué pondrán en su lugar? 
Si hay vida inteligente en este planeta, ya es hora de manifestarse.
Ojalá una nave alienígena aterrice en Londres y abduzca a los Reyes, a su corte y a su Plebe.

Klaatu Barada Niktó.



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