domingo, 13 de mayo de 2012

Crónica del #12 m el #13 m, desde mi ombligo

Qué bonita es Barcelona, a pesar del olor a crema solar de los guiris. Qué edificios tan preciosos, qué gente tan simpática, y creativa, y activa, qué lujo ibérico las tiendas del paseo de gracia. Yo cuando paso por ahí, lo flipo. El escaparatismo es un arte. Los precios y el rollo elitista es lo que aburre. Como el año pasado, y varias veces este año,  bajo hacia plaza Catalunya con una camiseta futurista. Que no se diga. Y eso que no me gustan las banderas. Ja, ja. Lo que pasa es que sólo me gusta la mía. 

Claro, ayer no pude ir y hoy no sé qué voy a encontrarme. De momento, el Paseo está plagado de turistas encantados y paseantes ocasionales. Me he perdido la euforia colectiva de la súpermani. Me da pena, porque es un sentimiento embriagador...Terrícolas Unidos y todo eso. Vamos retransmitiendo la jugada, tetatet (disculpen el butiflé) mi amigo Jordi y yo, que usamos la imaginación muy a menudo como forma de diversión. Y lo comentamos todo.

Llegamos a la Plaza Catalunya. De lejos parece un poblado galo. Una vez dentro es un círculo, centralizado por las palomas, ribeteado de paraditas con información. Los stands son comisiones. Si están familiarizados con el lenguaje asambleario, ya saben lo que significa. División del trabajo. Las propuestas de  Plaza Catalunya, como foco en Barcelona del 15m, el 1215m y demás motes, me han quedado clarísimas. Son gente que se ha visto con ganas de respresentar a sectores de preocupación, básicamente: vivienda, educación, sanidad, trabajo, comunicación y, bueno, en fin, también estaban las Feministas Indignadas. Seguramente son excelentes personas, pero cuando he visto el nombre me han entrado todos los chistes. Y eso que la situación de la mujer en el mundo sigue siendo un pasadismo insostenible cuya evolución es tan lenta que a veces desespera. Pero vamos, que llamarse Feministas Indignadas es como para montar un grupo a lo Vulpess. Ouyeah.

Cada paradita tiene incluso algo de merchandising, para autofinanciarse un poco, y flyers informativos. Todo al estilo Woodstock, que es lo que a mí me mata, aaarg, pero si luego el glam y el punk arrasaron con eso, ¿qué hace ahí todavía?, un poco de Devo y Aviador Droooo. Me pierde la estética. Lo que veo, consideraciones fashion a parte, es una feria informativa. Hemos estado escuchando un rato a Ada, una antigua amiga nuestra, dando leña al asunto de las hipotecas. Pero, ¿quién querría atarse de por vida a un prestamista por un techo pudiendo alquilarlo, okuparlo o compartirlo? Veo que muchas personas. Y me dejo de mirar el ombligo por un instante. También están las radios libres, en su sitio, donde merecen estar, como altavoces del latido popular, las radios de la ciudadanía. Y poco más, hoy. Pero ya está bien. Creo que lo que pasa en las plazas es un resumen de lo que se está moviendo de manera generalizada,  con unos objetivos concretos y detallados. Y todos son puntos que hay que cuestionar. Cumplen y cubren una buena cantidad de tendencias encaminadas hacia un posible equilibrio, o por lo menos, alarman de fallos que vale la pena revisar.

La fecha 15 de mayo de 2011 la tengo registrada en la memoria como un pico de energía creativa colectiva y me alegro muchísimo de haberla vivido. Lo que queda de ese subidón me parece aceptable y adecuado. Pero a  mí me tira el futuro. Es un vicio. Pienso en ci-fi. Tengo prisa. La visita a la plaza y el consejo de dos  buenos amigos me han enseñado que no se puede hacer fast-forward sin pasar sobre la cinta. Así que vamos allá, empujemos. De cualquier forma, sentimos la necesidad de hacerlo, olemos el cambio, estamos inmersos en él y hay que vivirlo. Hay que formar parte. Hay que señalar caminos. Hay que borrar fronteras, imaginar nuevas fórmulas, seguir explorando, seguir creando, que es lo que mejor se nos da. No me digan que el Ser Humano no  es fascinante. ¿Quién sabe qué saldrá de todo esto? Eso es lo que acojona realmente, que nadie lo sabe.


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